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¿Te preguntas dónde invertir dinero? Las formas para hacerlo se han multiplicado en los últimos años, es decir, cada vez hay más y están al alcance de cualquier persona que tenga capital y conexión a Internet. Pero ¿en qué invertir dinero y cuál es la opción que más rentabilidad ofrece? ¿Y qué debo tener en cuenta antes de hacer una inversión de dinero? A continuación puedes descubrir las respuestas a estas preguntas y más información que te ayudará a tomar decisiones financieras.
Invertir dinero supone renunciar a tu capital para obtener una rentabilidad, ya sea a corto, medio o largo plazo. No obstante, cualquier inversión de dinero implica un riesgo, aunque sea mínimo.
Una de las principales razones para invertir dinero es ahorrar más, ahorrar para algo concreto como la jubilación, tener más libertad financiera o apoyar a una causa determinada.
Para hacer una inversión de dinero hay que tener en cuenta diversos aspectos: la rentabilidad, el riesgo, la liquidez, el plazo de vencimiento y las comisiones. Además, debes definir tus objetivos de inversión y saber qué tipo de inversor eres.
Estas son algunas de las formas más comunes para invertir tu capital: fondos cotizados, fondos monetarios, fondos de cobertura y fondos indexados para los que optan por invertir en fondos; inversión en bolsa para inversores que buscan opciones a largo plazo; criptomonedas para los que quieren productos más riesgosos; depósitos a plazo fijo y cuentas remuneradas, para ahorradores que desean obtener una rentabilidad con productos de bajo riesgo.
Ser financieramente responsable no es solo equilibrar ingresos y gastos y hacer frente a las obligaciones de pago, sino también hacer que nuestros ahorros crezcan. Para ello, hemos de invertir dinero para conseguir rentabilizarlo. En otras palabras, no basta con ahorrar: hay que saber dónde invertir dinero.
Pero ¿cuál es la diferencia entre ahorro e inversión? El ahorro supone guardar parte de nuestros recursos para utilizarlos en el futuro, pudiendo disponer de ellos en casi cualquier momento. Se considera una manera segura y líquida de mantener nuestros ahorros, aunque tiene sus desventajas como veremos más adelante.
Por otra parte, con una inversión de dinero renunciamos a poder utilizar nuestros ahorros durante un tiempo, normalmente mediante la compra de un activo. A cambio, en el futuro podremos recibir una rentabilidad que dependerá de varios factores. La inversión se considera, por tanto, menos líquida y segura que el ahorro.
Algunas personas pueden pensar que la mejor forma de conservar sus ahorros de forma segura es en una cuenta corriente. Sin embargo, hay un riesgo que es inevitable: la inflación. Es decir, si tienes 1.000 euros en tu cuenta, tu poder adquisitivo disminuirá debido a la inflación, lo que significa que podrás comprar menos cosas con esos 1.000 euros. Por eso, muchas personas buscan formas de invertir dinero para obtener una rentabilidad, ya que las cuentas corrientes no suelen ofrecer intereses y si lo hacen son muy bajos.
Antes de plantearte dónde invertir dinero debes estar seguro de que lo quieres hacer. Los que toman esta decisión lo hacen por una o varias razones. Estas son las más comunes:
Ahorrar más: Invertir dinero te permitirá obtener rentabilidad y, por tanto, ahorrar más. Independientemente de cuál sea el motivo concreto, por ejemplo, ahorrar para vacaciones o para comprar un piso, al contratar productos de ahorro o inversión obtendrás retornos a corto, medio o largo plazo.
Ahorrar para la jubilación: aunque este punto está relacionado con el anterior, consideramos que se merece una mención aparte ya que suele ser tema candente en los medios de comunicación. De hecho, la mayoría de españoles están preocupados por su jubilación, según el Informe de Pagos de Consumidores. Así, ahorrar para tener una jubilación con más recursos es una de las principales razones de invertir dinero. Además, algunos españoles también invierten para tener más dinero y poder jubilarse de forma anticipada, antes de los 65 o 67 años.
Tener más libertad financiera: no hace falta tener una razón concreta para invertir, es decir, no es necesario querer comprar un bien o servicio para querer tener más dinero. Los productos de inversión y ahorro te ofrecen una rentabilidad con la que aumentar tu capital, lo que te dará más libertad financiera.
Apoyar causas: algunas personas deciden invertir su dinero en causas concretas, por ejemplo, con los fondos socialmente responsables se ayuda a empresas cuyo objetivo es tener un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. Del mismo modo, el Gobierno español puede utilizar el dinero que obtiene a través de los Bonos del Estado para hacer mejoras sociales. En estos casos, el inversor deposita su dinero en productos que considera que contribuyen a diferentes causas (sociales, medioambientales, etc.)
Primero, en Raisin queremos recordarte que no existen productos con riesgo cero, es decir, siempre tendrás que asumir algo de riesgo, aunque sea mínimo. Por tanto, es recomendable que cuentes con un fondo de emergencia para afrontar desembolsos inesperados sin tener que recurrir al endeudamiento y que solo inviertas el capital que no destines a cubrir tus necesidades básicas. En segundo lugar, recuerda que la diversificación es la mejor estrategia de inversión: invertir en diferentes cestas para equilibrar el riesgo.
Dicho esto, para decidir dónde invertir dinero debes definir tus objetivos de inversión y saber cuánto dinero quieres invertir. Después, ten en cuenta estos aspectos que te ayudarán a elegir los productos de inversión o ahorro que más se adapten a tu perfil de inversor y a tus necesidades:
Estos tres términos financieros están relacionados entre sí. Ya que cada uno determina a los otros dos.
Rentabilidad: son los intereses que recibe un inversor al prestar su dinero durante un periodo de tiempo determinado a otro particular o empresa.
Riesgo: es la probabilidad de que una inversión tenga una rentabilidad menor de la prevista, incluso negativa.
Liquidez: es la capacidad de un activo financiero de convertirse en efectivo. Así, mientras más líquido, más fácil es cambiarlo por dinero.
La rentabilidad está inversamente relacionada con el riesgo: es decir, mientras más riesgo asumas, más rentabilidad obtienes. Lo mismo ocurre con la liquidez, el producto más líquido es el que menos riesgo tiene, pero también es menos rentable. Por tanto, al invertir dinero debes preguntarte: ¿cuánto riesgo quieres asumir?
Otra de las cuestiones cruciales a la hora de invertir es el plazo de vencimiento, a saber, el periodo de tiempo en el que no tendrás acceso a tu capital. Hazte la siguiente pregunta: ¿hasta cuándo estás dispuesto a no acceder a tu dinero? En función de la respuesta, puedes elegir entre tres tipos de inversión:
A corto plazo: este tipo de inversión tiene un plazo de vencimiento no superior a los 12 meses. Es una inversión para inversores o ahorradores que necesitan tener acceso a su capital a corto plazo. Las Letras del Tesoro, valores que emite el Tesoro Público a tres, seis y nueve meses son un producto a corto plazo.
A medio plazo: estos activos financieros son una buena opción para los que quieren invertir su dinero hasta cinco años. Por ejemplo, para personas que buscan rentabilizar sus ahorros para comprarse una vivienda en unos años. Un ejemplo son los depósitos a plazo fijo a dos o tres años.
A largo plazo: si no necesitas acceder a tus ahorros en los próximos años, elige una inversión a largo plazo, es decir, con un plazo de vencimiento superior a 5 años. Los fondos de pensiones (o planes de pensiones) son fondos que el inversor rescata al jubilarse. Por tanto, son un producto a largo plazo.
Las comisiones se pueden llevar un buen pellizco de la rentabilidad de tu inversión. Por este motivo, antes de decidir dónde invertir dinero, es importante que conozcas las comisiones que pueden tener los productos de inversión que estás valorando.
Por ejemplo, estas son las posibles comisiones de los fondos de inversión: comisión por suscripción, comisión por reembolso, comisión por gestión, comisión por depósito o custodia, etc. Ten en cuenta que las comisiones dependen, sobre todo, del tipo de producto contratado y de la entidad, pero siempre deben estar detalladas en el contrato.
Descubre qué es un esquema Ponzi y cómo identificar esta estafa piramidal.
¿En qué invertir dinero? Ahora que ya sabes qué debes tener en cuenta, solo debes elegir los productos de ahorro e inversión. Recuerda diversificar tu cartera, por ejemplo, que el 80 % de los activos sean de bajo riesgo y en renta fija, y el 20 % en renta variable y de mayor riesgo.
Al invertir la mayoría de tus ahorros en activos de bajo riesgo, aportarás seguridad y estabilidad a tu cartera. Por otro lado, puede que ese 20 % aumente tu rentabilidad. De esta forma, no correrás riesgos excesivos y tendrás un buen rendimiento global de tu cartera.
Los fondos cotizados, también conocidos como ETF, son un tipo de producto financiero de inversión colectiva y gestión pasiva, por lo que las comisiones suelen ser bajas. En concreto, replican el rendimiento de un índice determinado, por ejemplo, el IBEX 35.
Ofrecen la misma diversificación que la de un fondo de inversión y la liquidez de una acción bursátil, es decir, se pueden comprar y vender en cualquier momento según el precio de mercado. Por tanto, hay una amplia variedad de fondos cotizados, con diferentes riesgos y rentabilidades.
Los fondos de cobertura, hedge funds o de gestión libre, son un tipo de fondo de inversión sujeto a menos regulaciones y bastante flexible. Esto hace que ofrezcan altas rentabilidades, pero que el riesgo también sea elevado.
También requieren de una gestión muy activa por parte de los gestores, por lo que sus comisiones suelen ser bastante altas. Además, para invertir dinero en fondos de cobertura suele haber varios requisitos, principalmente tener un patrimonio neto elevado.
Los fondos indexados, o fondos índice, también intentan replicar el comportamiento de un índice financiero concreto, como el NASDAQ-100 o el Nikkei 225. La gestión de este tipo de fondo también es pasiva, por lo que las comisiones son bajas. A diferencia de los fondos cotizados, el inversor compra o vende participaciones de estos fondos por su valor liquidativo, a través de una gestora.
Los fondos monetarios son un tipo de fondo de inversión en renta fija a corto plazo, como deuda pública, bonos, pagarés, etc. Su liquidez es muy alta y su riesgo muy bajo, por lo que son una opción que los inversores conservadores pueden valorar. Sin embargo, ofrecen una rentabilidad baja.
Los depósitos bancarios son un producto de ahorro de bajo riesgo. En concreto, tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6. El ahorrador deposita dinero en una entidad bancaria que le da a cambio un interés fijo. También se conocen como depósitos a plazo fijo porque el producto se contrata durante un tiempo determinado. Por este motivo, el ahorrador debe saber cuánto tiempo está dispuesto a no tener acceso al dinero que deposita.
En Raisin puedes abrir un depósito bancario en una entidad europea con hasta un 3,40 % TAE. Además, tu dinero estará protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional hasta los 100.000 euros por cliente y banco.
La inversión en bolsa puede generar un rendimiento alto a largo plazo, aunque también implica asumir riesgos y conocer el mercado. Pero ¿qué es invertir en bolsa? Invertir en bolsa no es más que invertir en renta variable, en concreto, en acciones de empresas que cotizan en bolsa. Y esas acciones son títulos que representan parte del capital social de una empresa. Por tanto, el inversor presta su dinero a una empresa para intentar rentabilizarlo.
¿Cómo invertir dinero en la bolsa? Por lo general, la mayoría de inversores compran acciones de empresas a través de un bróker o intermediario que, además, puede cobrar comisiones. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión es recomendable conocer muy bien la situación de la empresa en la que se quiere invertir, así como las posibles fluctuaciones del mercado.
Las criptomonedas son activos digitales que funcionan mediante la tecnología con cadena de bloques. Durante los últimos años se han vuelto muy populares y, aunque las primeras que se crearon siguen siendo las más demandadas por su estabilidad en el mercado, como el Bitcoin o el Ethereum, todos los años aparecen nuevas criptomonedas.
Surgieron como alternativa a las divisas físicas, pero todavía presentan muchos vacíos legales. Con todo, la Agencia Tributaria ya ha definido cómo tributan las criptomonedas en el IRPF del inversor. Su valor depende de la demanda, aunque algunas intentan replicar el valor de una divisa física determinada, como el USDT que replica al USD.
Su volatilidad suele ser alta, ya que pueden perder gran parte de su valor en cuestión de horas. Y es que, su valor también se puede ver afectado por las noticias y rumores de las redes sociales. Por tanto, es un producto bastante riesgoso.
Muchos ahorradores buscan productos de bajo riesgo con los que obtener rentabilidad. Una de las opciones que pueden considerar son las cuentas de ahorro. Este producto permite al ahorrador acceder a su dinero siempre que quiera, y generar unos intereses que recibe de forma periódica, por ejemplo, mensual o trimestral.
Al no haber plazo de vencimiento, los intereses son más bajos que los de otros productos, sin embargo, en Raisin se pueden contratar cuentas de ahorro de entidades europeas con un tipo de interés competitivo, hasta un 3,25 % TAE.